En la lengua española, existen dos tipos principales de oraciones: las oraciones personales e impersonales.
Cada una de ellas se utiliza en diferentes situaciones y tienen características distintas que las hacen únicas.
En este artículo, exploraremos en profundidad estas dos categorías de oraciones y ofreceremos ejemplos para ayudar a entender mejor cada una de ellas.
➤ Oraciones personales
Las oraciones personales son aquellas en las que existe un sujeto explícito, el cual se puede recuperar mediante las terminaciones verbales.
Este sujeto puede ser una persona, animal o cosa que lleva a cabo la acción descrita por el verbo.
Algunos ejemplos de oraciones personales son:
- El fugitivo no paró de hasta que se perdió en la oscuridad.
- He comido postres sublimes en este restaurante.
Como se puede observar en estos ejemplos, en ambas oraciones existe un sujeto que realiza la acción descrita por el verbo.
En la primera oración, el sujeto es “el fugitivo”, mientras que en la segunda oración el sujeto es “yo”, aunque esté omitido.
➤ Oraciones impersonales
Por otro lado, las oraciones impersonales son las que carecen en su totalidad de sujeto, ya sea de forma explicita u omitida. Estas oraciones se pueden clasificar en tres tipos:
- Impersonales con verbos meteorológicos: formadas por verbos relacionados con fenómenos de la naturaleza, como por ejemplo: “llueve”, “nevó”, “granizó”.
- Impersonales gramaticales o gramaticalizadas: compuestas por verbos fijados en tercera persona del singular que no admiten sujeto, como por ejemplo: “amanecer”, “llover”.
- Impersonales con la partícula “se”: formadas por la partícula “se” seguida de un verbo, como por ejemplo: “Se está mejor en la playa”.
Algunos ejemplos de oraciones impersonales son:
- No ha parado de granizar en la montaña.
- No había nada de dinero en el banco.
- Se pasa más lento el tiempo en el trabajo.
Como se puede observar en estos ejemplos, en ninguna de las oraciones existe un sujeto explícito o recuperable.
➤ ¿Qué es una oración elíptica?
Las oraciones elípticas son aquellas en las que el sujeto está omitido y se puede recuperar por el contexto.
Aunque estas oraciones pueden parecer similares a las oraciones impersonales, es importante destacar que no son lo mismo.
En una oración elíptica, el sujeto se puede recuperar a través del contexto, mientras que en una oración impersonal, el sujeto no existe.
➤ Conclusión
En conclusión, las oraciones personales e impersonales son dos tipos distintos de oraciones, que se diferencian por la presencia o ausencia de un sujeto explícito o recuperable.
Es importante conocer las características de cada uno de estos tipos de oraciones para poder identificarlas y utilizarlas adecuadamente en la comunicación.
Además, es fundamental tener en cuenta la diferencia entre oraciones impersonales e oraciones elípticas para no confundirlas y utilizarlas correctamente.